Esta reseña contiene spoilers de "La Reina Roja", "La Espada de Cristal", "La Jaula del Rey" y "Corona Cruel"
No todos sobrevivirán... La que no sobrevivirá será mi cartera, por semejante mastodonte, que, así como es de grande, así fue de caro. Mi primer lectura del 2019, y mi primer gran decepción del año. ¿Qué tal?
Diré por adelantado que no me gustó el libro y ya venia de decepción en decepción. Pero tenía fe, al ser el último libro, aparte, semejante nombre... ¿Ya les había dicho que Victoria tiene un don para poner nombres poderosos? Pues, este libro de genial, solo tiene el nombre.
Dejemos de echar tierra sin sentido y ahora les explico porqué este librote no cumplió con mis expectativas.
Comienza exactamente donde se quedo el anterior, segundos después de que Cal le dice a Mare que prefiere la corona a ella. Pues bien, después de que le rompieran el corazón a la "Niña Relámpago" regresan a la sala de conferencias y siguen con su plan de cómo derrocar a Maven, aunque estos dos no se vuelven a hablar.
Monfort y La Guarda Escarlata se ponen de lado de Cal, ya que si tienen que escoger entre un rey loco y uno baboso, pues, se quedan con el baboso.
Viajamos a Monfort y conocemos por fin a la República Libre, en donde plateados y rojos conviven en igualdad, Las Tierras Bajas no pueden ponerse de parte de nadie ya que el rey Braken teme por la vida de sus hijos y La Comarca de los Lagos ahora es aliada de Maven por su matrimonio con Iris Cygnet. Están en iguales condiciones, ahora solo queda ver quien de los hermanos Calore se consumirá primero.
Mi primer problema es que Victoria no supo administrar su historia. Me está dando un animal de casi 800 páginas en las cuales desperdicia tiempo y espacio. Hubo capítulos enteros irrelevantes, en donde nada más nos centrábamos en pensamientos y le dábamos vuelta al asunto una y otra vez.
De los cinco narradores, Iris fue la que más me desesperó, es decir, cuando ya llegas a cierta parte del libro entiendes por qué la tenemos como narradora, pero no es un personaje super importante. Tiene su rol pero no ocupa el lugar de Maven o de Cal, quienes también son narradores, pero solo nos narran aproximadamente dos capítulos cada uno. Aquí tenían mucho que contar, mucho que explicar y decidir, pero Victoria me los deja a un lado. ¿Qué diablos, por qué? No la supe apreciar, ya que Aveyard no me hizo quererla o hacerla interesante.
A ver, yo a Maven lo odio, y por eso lo amo. ¿Se entiende? Es el mejor personaje de la Reina Roja. El más complejo, el mejor construido, un villano a todo nombre. ¿Y me ponen a Iris sobre él?
Mare llegó a un punto de aburrirme, cuando venía ella solo deseaba que algo bueno pasara, Maven fue un dios en sus pocos capítulos. Este hombre tiene una mente tan loca y genial que no se merecía que lo dejaran tan al lado. Y por el otro tenemos al bueno de Cal a quien también me lo apartaron demasiado. ¿No se supone que es el rey de Norta?
Aquí logro comprender porqué Victoria quiso que conociéramos a Coriane y su dichoso diario, pero no pude caer en lo que Victoria quería que sintiera. Coriane no es el fantasma que atormenta a Cal con su ausencia, ni aquella madre que hace falta en cada segundo del día. Cal no la conoció, ni su padre fue aquel hombre que la venerara o que hiciera que uno la echara de menos. Solamente fue la madre que murió por culpa de Elara. Tenía sueños para su hijo, como toda madre, pero no llegó a ese peso que hace que uno desee que se hagan las cosas por ella. Aquí lo intentó meter a calzador, pero las cosas no se hacen así. Si quieres que el espectador ame a un personaje, se debe hacer desde el principio y no en las últimas páginas.
Las batallas fueron mi mayor decepción, demasiado cortas y desgraciadamente me las narraba el que no me las tenía que narrar.
¿De que me sirve saber que Cal está en plena guerra, si no es Cal el que me narra lo sucedido? No me va a hacer sentir lo mismo leer los pensamientos del que está peleando a comparación del que está lejos y ve la pelea desde 100 metros de distancia. ¡No, Victoria, no! Tenía potencial, cuando se narran las peleas tipo: Siento el relámpago en mí... me asfixio con su ataque... arde dentro de las venas... atravieso su cuerpo... Joder, eso es vivir el ataque y que te enchine la piel, pero no. Me narraba la pelea un espectador.
Solo podemos ver dos peleas realmente buenas, que, por desgracia, duran de dos a cinco capítulos aproximadamente cada una, cuando tenemos 37 capítulos en el libro, más el epílogo. ¿Se llama Tormenta de Guerra, no? Pues esperaba ver una guerra de mínimo la mitad del libro. Supuse que se iba a extender, que íbamos a ver muertes épicas y gloriosas, sanguinarias y violentas. Uno que otro brazo perdido y tenía la esperanza que iba a llorar.
De 768 páginas, exactamente, bien le sobran unas 400, y a pesar de eso, este año, el 7 de mayo, todavía tenemos un siguiente libro de esta saga. ¿Cómo puede ser posible que no le hayan bastado todas esas páginas para cerrar la historia? Ya que, sí, dejó muchos cabos sueltos. La guerra terminó, pero no terminó - ¿en serio, así me terminás la guerra, Aveyard? -, el final de Mare y Cal... Bueno, me enojó bastante, y Maven... ¡Ah, no, Dios mío! ¿Cómo pudo tratar así al personaje más importante de la saga? ¿No que era su favorito? Les juro que casi demando a la editorial, por un momento pensé que me habían robado páginas del libro.
La historia tenía potencial, mucho potencial. Pero a veces pienso que Victoria no se sentó a analizar lo que escribía. Solo, escribió lo que pensó y ya.
- Demasiadas páginas y sobraban casi la mitad.
- No supo aprovechar a sus personajes. - Unos sobraban, otros desaparecieron y otros ni al tingo, ni al tango-
- No supo administrar su historia. - Había demasiadas lagunas de silencio en esta guerra y las batallas eran demasiado cortas -.
- Le falló a los personajes y sobre todo, no les dió el final que se merecen.
Cuando hablo del final que se merecen, no es que queden felices y comiendo perdices. Nada obliga a los autores a dejar a las parejas juntas. Pero para eso es que me estás contando una historia: Si el autor no quiere que los personajes se queden juntos por x o y razón, tiene toda la libertad de hacerlo. Pero para respetar al lector que paga su trabajo para poder disfrutarlo, tiene que dar razones lógicas para se entienda y sobre todo, para que uno se quede con la satisfacción de que debió haber sucedido así.
El final tiene que ser congruente. Ya que es lo mismo que todo se arregle de la nada para que queden juntos.
Ni lo uno, ni lo otro.
Ni tienen que quedar separados, solo porque sí, ni tienen que terminar juntos solo porque sí.
Dicen que el siguiente libro no es una continuación, pero se enumera el 4.5 ¿Será que se intenta reivindicar la autora? Siento que soy opinión impopular, ya que revisando en Goodreads, la mayoría le dio 4 estrellas, pero casi todos piden una conclusión para Mare y Cal, que, quiera Aveyard o no, uno se termina encariñando con los personajes y quiere ver que reciban lo que se merecen.
Y es exactamente por eso que seguí con la saga, le tomé cariño a estos personajes, lo aprecié y esperaba que este libro fuera realmente una Tormenta y que mi corazón se destrozara en la Guerra final.
Pero ni Tormenta, ni Guerra. Hubo más ajetreo en el primer libro.
Extrañé las batallas épicas, los poderes colosales y las merecidas muertes. ¿Qué es una guerra sin muertes? No hay. Me dejó ese final abierto y no me pudo dar muertes dignas. Porque les soy sincera, quería muertes, así como jugo con Shade, quería muertes dignas y dolorosas como la Elara. Y estoy hablando de los personajes a los cuales Victoria les dio nombre y un papel, no a los dos mil y pico de soldados que nunca conocí y que me resumen diciendo: Perdimos a más de la mitad de los hombres. - NO -
Me conozco y sé que voy a leer el último libro, pero solo espero que no siga tirando esta historia por la borda.
Ya vi que habrá otra saga por parte de Victoria, pero les puedo asegurar que quedé curada con ella. Hay mejores lecturas en las que invertir tiempo y dinero.
#sorrynotsorry
